sábado, 8 de septiembre de 2012

Reconocer el valor

He estado aprendiendo sobre las orquideas y hace unos días salí a comprar unas orquideas para continuar experimentando. Por extraño parezca compré esta orquídea un poco marchita. De su espiga aun no habían brotado los capullos, sus hojas están algo marchitas y maltratadas. Se pueden ver las marcas de sus heridas por los días de exceso de agua y los días de escasez de esta.

Las orquídeas necesitan alimento y atención. Cualquier exceso sin precaución puede ser fatal. A pesar de su estado decidí comprarla. Una orquídea oncidium con varios hijos, a punto de florecer y a buen precio. Que importante es reconocer el valor de los seres con los que compartes, aun cuando estén heridos, cansados y vulnerables. No siempre estamos en nuestro mejor momento.


viernes, 7 de septiembre de 2012

Recordar, Escribir y Sanar

Aquí les comparto el enlace de la primera reflexión en virtud del mes de la biblia. El mes de septiembre es separado para recordar la historia del texto bíblico y poco a poco estaremos meditando, estudiando y escribiendo al respecto. Las mismas estarán siendo publicadas en la página de la Iglesia Presbiteriana en County Club que pastoreo. Recordar, Escribir y Sanar

jueves, 6 de septiembre de 2012

Cristo y este crucificado

Por años mantuve este dibujo sobre el camba sin colorearlo. Percudido y borroso, permanecía en el armario hasta que cobrara la valentía de pintarlo. Uno se pregunta: ¿qué es lo que hace falta para realizar la labor que te llena de temor?

El dibujo mismo fue realizado en un momento de grandes retos para mí; al punto que cada cabello fue dibujado en profunda reflexión. No sé si eso sea importante o no, pero para mí representa un proceso de oración y reflexión que marcaron mi vida.

martes, 24 de julio de 2012

Una joven en el púlpito

Le agradezco a Dios la oportunidad de servirle, como mujer y como joven. En otra época, en otro lugar y/o en otra iglesia mis capacidades y talentos hubieran estado limitados, según los prejuicios culturales. Mi isla del encanto, mi Iglesia Presbiteriana (EUA) y mi siglo 21 me han permitido ver la comunidad de fe desde el solitario y temeroso púlpito, separado para el Ministerio Ordenado de la Palabra y Sacramento, que con temor y temblor cargo.

Esta no es la realidad de todas las mujeres, y mucho menos es la oportunidad de jóvenes mujeres, que como yo, han escuchado la voz del Buen Pastor, encomendándonos el cuidado de sus ovejas. Los prejuicios nos rodean, nos limitan y nos castran desde los adentros, distrayéndonos y haciéndonos creer que nuestra vocación es la enseñanza, ser la esposa del Ministro, la moderadora de la Junta Diaconal (si es que se nos es permitido) y si somos ambiciosas y se nos es posible, la secretaria del Consistorio de la iglesia. La iglesia, la esposa del Cordero ha vivido con un desbalance hormonal, exceso de estrógeno en las manos y  demaciada testosterona en la cabeza.

domingo, 22 de enero de 2012

Abrazando la soledad

Me atrevo a asumir que muchas conocemos a alguien con una tremenda indecisión que les lleva insistentemente a recurrir a otras personas para dirigir sus vidas, gente con un temor interior por equivocarse en el camino. Me arriesgo a pensar que a veces pierden la libertad de pensar, la voluntad de cuestionar incluso los consejos que reciben. No es necesario el esfuerzo de tomar las riendas de la propia vida y la responsabilidad si alguien está en la disposición de hacerlo por ti.

La vida está llena de tantas oportunidades, misterios, aventuras y alegrías. En cada amanecer nos sonríe un día lleno de posibilidades. No siempre tenemos la mirada en las oportunidades. A veces, aún cuando nuestros ojos ven el horizonte, nuestro corazón interiormente vive encerrada en el pasado, en el temor al fracaso o a la soledad.