No tiene que ser bonito

Hay un "algo" especial en el crear algo nuevo, propio y diferente. Aún cuando no parezca hermoso o útil para los demás, el poner nuestra huella en lo que sea que queramos crear tiene la satisfacción de dejar salir a la luz parte de lo que somos y de lo que sentimos en un momento específico. No siempre deben ser cosas hermosas o interpretables, porque las emociones y  los pensamientos no siempre lo son. No todo el arte es agradable, pero siempre muestra algo del interior del artista, su experiencia de vida o la interpretación del mundo que le rodea. 

     Junto a los ríos de Babilonia, nos sentábamos y llorábamos, al acordarnos de Sion.

        Sobre los sauces en medio de ella colgamos nuestras arpas.

        Pues allí los que nos habían llevado cautivos nos pedían canciones,

          y los que nos atormentaban nos pedían alegría, diciendo:

          Cantadnos alguno de los cánticos de Sion.

        ¿Cómo cantaremos la canción del Señor en tierra extraña?

       Si me olvido de ti, oh Jerusalén, pierda mi diestra su destreza.

          Péguese mi lengua al paladar si no me acuerdo de ti,

           si no enaltezco a Jerusalén sobre mi supremo gozo.

         Recuerda, oh Señor, contra los hijos de Edom el día de Jerusalén, quienes dijeron: 

           Arrasadla,arrasadla hasta sus cimientos.

          Oh hija de Babilonia, la devastada bienaventurado
el que te devuelva el pago con que nos pagaste.

         Bienaventurado será el que tome y estrelle tus pequeños contra la peña.
SALMO 137

Incluso algunos Salmos no son tan hermosos o alentadores como esperamos que sean. Hay algo sanador en aceptar lo que sentimos, porque cuando lo aceptamos podemos controlarlos y evitar que le causen daño a otras personas. Al exteriorizar nuestros pensamientos y sentimientos podemos autoevaluarlos y entenderlos. 


Lo lógico es saber que una persona tiene distintos sentimientos y distintas maneras de expresarlos, formas que van cambiando a lo largo de la vida. No soy la mejor cantante del mundo y a algunas personas ni siquiera les parece bonita mi voz; pero amo cantar; como adoro pintar, escribir, danzar, actuar y abrazar. No soy experta en ninguna área, por lo tanto, ninguna me queda espectacularmente hermosa. Pero cada una es una expresión de mi interior, que cada día voy descubriendo y ante mis ojos se hace más hermosa. 

Estoy persuadido de que el que comenzó en ustedes la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Filipenses 1: 6

Mientras mi cuerpo envejece, mi salud se quebranta, mi voz pierde vigor y mis dedos agilidad; mi yo invisible se embellece, crece, madura, se llena de sabiduría, esperanza, gozo, paciencia, amor, tolerancia y vigor. El invisible e intocable aliento de vida que, gracias a Cristo y confiando en su gracia, vivirá para siempre; y con el poder Divino revitalizará mi cuerpo por la eternidad. Hoy puede que no sea muy bonito, pero mañana lo será.